ENSAYO: Evaluación formativa: Características y roles de los actores del proceso educativo en educación básica. AUTORA: Dra. Ronella Benavides Cuba.
Índice
de contenidos
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………… 1
ARGUMENTACIÓN ……………………………...……………………….... 3
Rol de los agentes del proceso educativo
………………………………. 5
Roles del docente ¿Cómo implementar en la
praxis el enfoque formativo? 5
Rol
del equipo directivo: Creando espacios colaborativos ………………. 8
Rol de los estudiantes
……………………………………………………… 9
Características de la Evaluación desde el
enfoque formativo …………. 10
Requiere establecer una serie de metas para
el proceso de aprendizaje …… 10
Los estudiantes deben asumir la
responsabilidad de su aprendizaje ………. 10
Identifica los pasos necesarios para llegar
al objetivo……………………… 11
Fomenta la autoevaluación y la colaboración
entre alumnos……………… 11
Incluye retroalimentación constante………………………………………. 11
Es individual y cualitativa…………………………………………………. 12
Desarrolla la reflexión y la autocrítica……………………………………...
12
CONCLUSIONES
……………………………………..……………………… 12
REFERENCIAS………………………………………………………………. 15
Detrás del enfoque curricular por competencias emerge una inquietud
acerca de ¿Cuál evaluación es la más adecuada con la finalidad de adaptar y
lograr mejoras en el aprendizaje? ¿Será que cómo docentes estamos llevando a
cabo una evaluación eficiente a los estudiantes? ¿Qué les falta a las
instituciones para aplicar en sus aulas una evaluación dentro del marco
formativo integral? Realmente ¿estamos preparados para aplicar en nuestras
aulas la evaluación formativa?
La evaluación formativa
nos ayudará a llevar a cabo una educación de calidad dentro del marco de la
educación básica regular.
Indudablemente, las
metodologías de enseñanza han ido evolucionando con el paso de los años, y más
aún en el contexto actual por el COVID-19. Por ello, es impensable evaluar las
destrezas o habilidades sin considerar ensayos ni repeticiones. De esta manera,
los docentes tienen un rol importante
en el modo de utilizar la evaluación en el proceso de desarrollo de las
destrezas del estudiante para potenciar su razonamiento crítico, su desempeño
en clase, su interacción social, entre otros aspectos. Para John Cowan (2006)
la evaluación es el motor que impulsa el aprendizaje, a lo que se le añade que
la retroalimentación es el elemento característico de la evaluación formativa,
el aceite que lubrica los engranajes de la comprensión. Gracias a este enfoque,
la evaluación formativa ha tomado fuerza en los últimos años y abarca más que sólo
emitir resultados y determinar cuánto sabe la o el estudiante. Se entiende como
un mecanismo que se interesa en saber cómo aprovechan el proceso de aprendizaje
y cómo mediante éste el docente cumple un rol de estratega mediador mucho más
allá de un rol directriz u orientador
En este contexto, hace
algún tiempo, surge una progresiva atracción por la evaluación formativa, al
cobrar poder sus conceptos, características, y las múltiples estrategias para
su adaptación en el plano educativo; sin embargo, los roles que los agentes educativos
debemos cumplir son esenciales para conseguir resultados efectivos.
Desde Michael Scriven hasta
la actualidad se alude el cambio, en los roles de los agentes de la evaluación
con participación directa en el docente. Black y William, opinan que el
accionamiento apropiado de la evaluación formativa en el desenvolvimiento de
las experiencias de aprendizaje produce un rendimiento elevado en la enseñanza;
de igual forma consolidan una
transformación que involucra una sucesión de tareas, actividades valoradas
y evaluadas de forma organizada y planificada de las que se logra recopilar
evidencias de los estudiantes con el propósito de ir alcanzando progresos , en
la acción realizada por el estudiante a través de estrategias de enseñanza y/o
variando sus técnicas de aprendizaje habituales.
Podemos advertir entonces que
en la evaluación formativa el docente debe desempeñar un rol primordial desde
la planificación. Esto quiere decir surge la obligación de transformaciones
tanto en su práctica docente, cómo en su actitud, en otras palabras, adentrarse
más allá de la sencilla preparación de exámenes, verificación de cuadernos,
experiencias calificadas, etcétera., si sólo el logro obtenido de estas
acciones sirve como un mero “calificar” y luego “promediar” estas acciones no
nos conduce a nada provechoso con nuestros estudiantes.
Es precisamente en esta situación
en donde cada uno de los agentes de la educación deben involucrarse para llevar
un mejor desarrollo de las actividades en el aula, ya sea de manera presencial,
virtual o alterna, acorde a las necesidades del momento en que vivimos, que no
se copie modelos, sino que se dé inicio a formar individuos competentes capaces
de solucionar diferentes problemas cotidianos y es la autoridad educativa junto
con su cuerpo educativo quienes deben identificar en qué se está fallando para
reformular el plan educativo institucional , hacer cambios en los puntos
débiles de la asignatura que se requiera o que no estén bien desarrolladas , no
solamente por el docente sino también por los estudiantes y de esta forma
llevar a cabo un buen proceso de evaluación formativa , en donde la enseñanza y
el aprendizaje de lugar a la creatividad y al dinamismo por parte del
estudiante y del docente de modo que éste comparta con sus pupilos diversas
estrategias de valoración desde el inicio de la asignatura para que al
desarrollar cada experiencia de aprendizaje lo hagan de manera autónoma y
colaborativa
A medida que
las herramientas tecnológicas han ido posicionándose en nuestro quehacer
educativo, los estudiantes en todos los niveles educativos han tenido un cambio
en su proceso de educación formativa, ya que han avanzado y explorado de una
forma muy colaborativa con la guía y el refuerzo necesario de nosotros los
docentes dentro y fuera del aula virtual.
Es por ello , apoyados en las diversas
inquietudes, conclusiones e interrogantes suscitadas durante esta investigación, el
presente ensayo tiene como objetivo: esclarecer ciertas dudas al respecto a fin de conocer e identificar los roles de los
agentes educativos para ponerlos en práctica en el empleo de la evaluación
formativa en nuestras experiencias educativas como docentes a fin de mejorar
los aprendizajes y también comprender y precisar las características principales
de la evaluación en el marco del enfoque formativo con la finalidad de
reorientar la praxis y la actitud del papel que venimos ejerciendo cada uno de
nosotros como gestores en el proceso
educativo .
Rol de los agentes del proceso educativo
Para Dylan William ,2009 la práctica
de una clase es formativa en la medida en que la evidencia acerca de los logros
de los estudiantes es obtenida, interpretada y usada por los docentes, para
tomar decisiones acerca de sus próximos pasos en el aprendizaje que tengan
probabilidades de ser mejores, que las decisiones que hubieran tomado en la
ausencia de la evidencia que fue obtenida. Para que esto realmente ocurra el
docente en su experiencia de mediador debe asumir que la evaluación formativa
es esencial si cumple las funciones inherentes a los aprendizajes: diagnosticar
debilidades, entregar retroalimentación, generar motivación autónoma, favorecer
el diálogo entre docentes y estudiantes, estimular la autoevaluación y promover
el desarrollo de habilidades de estudio independiente.
En nuestra práctica docente podemos visualizar
cinco roles esenciales que debemos conocer para mejorar nuestros desempeños:
Rol
del Docente
• Planificar los procesos que vamos a evaluar
Esto significa que nosotros como educadores al aplicar la evaluación
formativa no vamos a pretender un resultado concluyente que juzgue ya sea de
forma cualitativa o cuantitativa (literal o numérico). Esto sería la anti razón
del proceso, la evaluación formativa dejaría de ser un proceso que pretende
mejorar la enseñanza y el aprendizaje. Por ello estos procesos no debemos
desarrollarlos al azar, sino planificarlos con actividades como evaluaciones
formales e informales.
La planificación de los procesos evaluativos debe considerar la
secuencia didáctica o lo que algunos llaman progresión de aprendizajes que se
desarrolla para alcanzar un determinado propósito o competencia. Ello implica
que los estudiantes deben ir desarrollando algunos desempeños y conocimientos,
y cada secuencia o progresión se convierte en prerrequisito del siguiente. En
cada momento debemos aplicar la evaluación formativa para obtener evidencias de
sus avances antes de pasar a otros aprendizajes.
La evaluación formativa no puede aplicarse sin una planificación en la
que se determinen el momento, las situaciones, criterios e instrumentos, así
como sus propósitos lo cual determina el enfoque a emplear. Se pueden seguir
aplicando exámenes, pero los resultados para el enfoque formativo tienen
diferente objetivo, no sólo se trata de obtener una calificación. Esto implica
definir, identificar y sistematizar las competencias a desarrollar con sus
respectivos indicadores de evaluación.
• Debemos Socializar la evaluación.
Quizá este rol marque una diferencia entre la forma tradicional de
evaluar que muchos docentes hoy en día aún lo vienen realizando y la evaluación
formativa, sobre todo en el rol del docente, puesto que como se recuerda,
cuando de evaluar se trata, con mucho recelo los docentes cuidaban sus exámenes
pues nadie podría verlos antes de aplicarlos. Con este nuevo enfoque se
pretende que con el anuncio del propósito de aprendizaje se exponga y socialice
cómo, con qué y cuándo serán evaluados los alumnos porque resultará más
emocionante y les brindará confianza. Se trata entonces de exponer y explicar
lo planificado para la evaluación.
El aspecto de la socialización de la evaluación no sólo se queda en que
nuestros estudiantes conozcan el proceso, sino en atender sus demandas, poder
negociar los cambios pertinentes y poder contribuir a un mejor clima y
motivación para que éstos aprendan y desarrollen en ellos procesos de
metacognición. Recoger sus opiniones y sugerencias muestra que han entendido
cómo serán evaluados. Ello nos permite el desarrollo de la autoevaluación y
coevaluación con criterios planificados y comprendidos. Entonces la evaluación no es una
responsabilidad exclusiva de los docentes como las consecuencias de los
resultados tampoco son exclusividad de los estudiantes es una acción que va a
la par en la que se haga conocer al estudiante sobre los métodos de evaluación
a utilizar, en los cuales éstos participen en la revisión de sus trabajos,
comprendan la razón de sus equivocaciones y planteen las acciones para su
solución.
• Realizar un análisis de evidencias
En este rol de nosotros los maestros nos lleva a analizar las evidencias
(tangibles e intangibles) y es allí donde surgen las condiciones de pertinente
y oportuna de la evaluación formativa la cual se debe complementar con la
retroalimentación para consolidar el concepto de proceso.
Analizar las evidencias que proporcionan las evaluaciones sobre la
situación de los estudiantes implica tener claro cuál es el propósito de
aprendizaje para determinar el nivel en el que se encuentran, identificar qué
es lo que han logrado hasta ese momento y qué es lo que les falta para seguir
aprendiendo. Cada uno de nosotros podemos realizar el análisis de evidencia
solo o con la participación de los alumnos para desarrollar procesos de
autorregulación y metacognición, mediante la autoevaluación y coevaluación. Al
aplicar las evaluaciones formales e informales obtendremos las evidencias del
aprendizaje y los analizaremos a la luz de los instrumentos de evaluación. Es
importante además promover y valorar el trabajo
grupal durante la realización de la evaluación: autoevaluación, coevaluación y
heteroevaluación
• Llevar a cabo la Retroalimentación
La retroalimentación en la evaluación formativa puede efectuarse de
forma planificada o espontánea. Cuando es planificada, es parte de todo el
proceso descrito en cada uno de los roles y responde al análisis de las
evidencias, por lo que se debe optar por el tipo que desarrolla el sentido
crítico de los estudiantes orientado a procesos de metacognición; es decir,
inducir que los mismos estudiantes lleguen a las respuestas esperadas. Algunas
estrategias que se pueden utilizar son: asignación de nuevas consignas, nuevas
pistas, otros mensajes descriptivos, preguntas reflexivas, etc. La perspectiva
docente sobre evaluación formativa y retroalimentación se concibe como el
momento oportuno para acopiar evidencias sobre el logro del aprendizaje por los
estudiantes con la finalidad de reajustar su práctica pedagógica y si fuera
necesario, rediseñar el entorno de aprendizaje. Esta finalidad se hace palpable
en diferentes ocasiones.
• Reajustes de la praxis
El proceso de evaluación formativa obliga al docente a reajustar su
práctica en curso, es decir, en el mismo desarrollo de la clase. Una de las
tareas más difíciles de los profesores que aceptan esta concepción de la
evaluación formativa es comprender que se trata de un proceso y no de un tipo
de examen. La idea es lograr un aprendizaje programado, por tanto, el reajuste
de la práctica es dentro de la sesión de clase; de otra forma, no se logrará el
propósito.
Tales cambios se hacen considerando el rol anterior sobre el análisis de
las evidencias porque permite al docente reajustar su praxis. Es decir, registrar,
analizar y decidir sobre lo observado, como también sobre la información
obtenida, para resolver con prácticas que direccionen a nuestros estudiantes
hacia el aprendizaje y a solucionar dificultades que enfrenta.
Uno de ellos puede ser ampliar el tiempo para lograr los aprendizajes
propuestos, sin temor a cambiar la unidad didáctica, lo más importante es
lograr el dominio del propósito de aprendizaje; otro tiene que ver con variar
la competencia curricular. Todo el proceso de reajuste de la práctica está
estrechamente vinculado con estrategias de retroalimentación.
Así como la evaluación formativa exige el reajuste de la práctica
docente en el curso de la sesión de aprendizaje desarrollada, no implica que se
convierta solo en la reflexión y optimización de sesiones de aprendizaje
ulteriores, atendiendo a la mejora continua sino también sostener
de manera permanente encuentros y entrevistas con los alumnos, para dialogar
sobre sus avances y puntos que reforzar. La finalidad es de tomar acuerdos,
respecto a las actividades que se deben enfocar a resolver sus dificultades y
necesidades.
En nuestro quehacer educativo podemos también ubicar otros roles como docentes
para la implementación de la evaluación formativa como reflexionar
permanentemente sobre nuestra participación de mediador en el
desarrollo del aprendizaje y de la evaluación, como también en los resultados
alcanzados. El orden en que se presentan estos roles no son rígidos pues no
debemos olvidar que la evaluación formativa es un proceso, por tanto, algunos
roles deben aplicarse al inicio como planificar y socializar; pero ello no
impide que en el transcurso de la sesión se retomen; cuando se analiza
evidencia, se emplea la retroalimentación o se reajusta la práctica.
Rol
del equipo directivo: Creando espacios colaborativos
Es esencial que el
equipo directivo cree un espacio concreto para la colaboración entre docentes,
además de comunicar la importancia y el sentido de su trabajo.
Si
bien los docentes y estudiantes tienen un rol fundamental en la implementación
de la evaluación formativa, no es menos cierto que el equipo directivo hace la
diferencia. Sin su apoyo a las prácticas docentes, los profesores no serán capaces
de aprovechar este proceso en su totalidad, así como tampoco beneficiar a sus
estudiantes a mejorar en sus aprendizajes.
Tanto
los directores, jefes de talleres y/o coordinadores pedagógicos, tienen que
realizar acciones específicas que ayuden a los docentes a ser efectivos en sus
prácticas de evaluación formativa en el día a día.
Rol de los estudiantes:
Ciudadano autónomo, generador de su propio
aprendizaje con autonomía, con participación activa y motivación constante.
Cada
una de nuestras Instituciones educativas deben tener como misión impulsar el
desarrollo de la autonomía en sus estudiantes es decir ser ciudadanos autónomos , impulsando en cada uno de ellos la
actividad del propio sujeto, que es el factor fundamental en la construcción
del conocimiento, pero una actividad no dirigida únicamente hacia la
apropiación de contenidos o conceptos sino a una mayor conciencia y conocimiento de
su modo de aprender que les permita tomar decisiones , organizar sus horarios
para concretar sus propios aprendizajes, que sepa identificar sus errores y
encaminarlos de manera responsable corrigiéndolos de tal manera que les sirvan
para aplicarlos en la solución de sus
problemas en su quehacer diario.
Monereo y otros (1997) explican que la
autonomía en el aprendizaje es la facultad que le permite al estudiante tomar
decisiones que le conduzcan a regular su propio aprendizaje en función de una
determinada meta y de un contexto o condiciones específicas de aprendizaje.
En
este contexto el estudiante se convierte en el responsable de su propio proceso
formativo y como tal actúa para dar respuesta a sus necesidades personales,
caracterizadas por aspectos individuales diferenciales respecto el grupo de
iguales. A su vez, el alumno marca el ritmo de su propio aprendizaje y organiza
su tiempo dedicando una parte de él a la formación, al no depender de límites
marcados por agendas o calendarios fijados por las instituciones competentes ni
del espacio físico.
La
superación de las barreras espacio-temporales intrínsecas a la educación
presencial convencional, permite la configuración de nuevos colectivos de
estudiantes con características diferenciales al poder compatibilizar la
formación con el trabajo, la actividad familiar u otras situaciones personales
que influyen en la dedicación y que anteriormente impedían o dificultaban el
acceso a la formación. Con la utilización de las computadoras y las TIC’S,
estos nuevos colectivos pasan a formar comunidades de aprendizaje que
interactúan y se preparan para colaborar a través del trabajo en equipo.
Esta
interacción permite igualmente estrechar los vínculos en la comunidad formada
por el profesor y el grupo de estudiantes. La comunidad no basa su interacción
en el consumo de información, sino que tiene capacidad para producirla y
distribuirla.
A
todas estas aclaraciones expuestas es necesario también despejar ciertas dudas
sobre ¿Cuáles son las características o elementos centrales que le dan
identidad a la evaluación formativa?
Características de
la Evaluación desde el enfoque formativo
Requiere establecer
una serie de metas para el proceso de aprendizaje y su contextualización.
La
función principal de la evaluación formativa es descubrir si los objetivos propuestos
para el curso escolar se están cumpliendo o no. Por ello, tanto los profesores
como los alumnos tienen que tener claro cuáles son las metas que se pretenden
alcanzar dentro de una clase.
Así,
se pueden utilizar como guía recursos como los aprendizajes significativos, o
los requisitos mínimos explicitados en la guía docente; o bien, en un contexto
de educación no formal, se pueden establecer los objetivos educativos de forma
conjunta con los estudiantes. Como
también se toma en cuenta las condiciones socioculturales del entorno, así como
las características de los alumnos para ser aplicada.
Los estudiantes
deben asumir la responsabilidad de su aprendizaje
La
evaluación formativa parte de la idea de que los alumnos tienen que jugar un
papel activo dentro del contexto de la educación.
De
esta manera, los exámenes y pruebas que se realizan para ver si se están
cumpliendo los objetivos tienen que servirles de feedback para modificar su
enfoque si el actual no está dando resultados.
Gómez,
Á. P. (2009) La evaluación como aprendizaje (Vol. 6) sugiere aplicar
correctamente la evaluación formativa, un examen improvisado o de suspenso
debería servir como motivación para el alumno, ya que le aportaría la
información necesaria para cambiar lo que está haciendo y aprobar el siguiente
de esta manera lograríamos que nuestros estudiantes identifiquen sus vacíos del
conocimiento o dificultad en sus aprendizajes , se comprometan con el proceso
de aprendizaje, desarrollen habilidades de estudio independiente, clarifiquen metas
educacionales, sean generadores de su propia motivación y así alcancen aprendizajes
profundos.
Identifica los
pasos necesarios para llegar al objetivo
Mediante
las herramientas de la evaluación formativa, los alumnos pueden identificar en
qué punto se encuentran y qué tienen que hacer para alcanzar los objetivos
educativos. Así, el diagnóstico les ayuda a sentirse más motivados porque les
muestra claramente el camino a seguir.
Sin
embargo, para lograr esto la evaluación debe estar bien diseñada de lo
contrario, el estudiante que se encuentre frente a un suspenso no entenderá lo
que ha pasado, y se sentirá impotente ante este resultado negativo.
Fomenta la
autoevaluación y la colaboración entre alumnos
Debido
a que los estudiantes tienen claro hasta dónde tienen que llegar y el punto en
el que se encuentran en un momento determinado, es mucho más fácil que
reflexionen de manera activa sobre cómo de bueno está siendo su trabajo y lo
que tienen que modificar del mismo.
Así,
los alumnos a los que se les aplica una buena evaluación formativa toman un
papel más activo dentro de su propio aprendizaje. De esta manera, pueden
aprovechar mucho mejor las enseñanzas de los docentes.
Por
otro lado, este tipo de evaluación también fomentaría la colaboración entre los
alumnos. Cuando un estudiante observe que otro tiene problemas que él ya ha
superado, lo tendrá mucho más fácil para ayudarle si realmente quiere hacerlo.
Por el
contrario, si los pasos a dar no estuvieran marcados claramente, esta
colaboración sería mucho más difícil.
Incluye
retroalimentación constante
Para que resulte efectiva, la evaluación
formativa no puede consistir en un solo examen al final de cada trimestre. Si
se hiciera así, la información recibida por los alumnos no sería relevante ni
les permitiría cambiar el rumbo de sus acciones a tiempo.
Por el
contrario, los profesores que quieran adoptar esta metodología deben ser
capaces de darle un feedback continuo a los alumnos.
Esto
se hará mediante la aplicación de las distintas herramientas pensadas para este
fin, como exámenes parciales, ensayos, debates, diarios o preguntas
pertinentes.
De
esta manera, los alumnos saben en todo momento en qué punto se encuentran, y
pueden rectificar su forma de estudiar o su actitud frente al aprendizaje en
cualquier punto del curso escolar.
Es individual y
cualitativa
Frente a los modelos evaluativos más tradicionales,
la evaluación formativa tiene en cuenta todos los aspectos que pueden influir
en el proceso de aprendizaje de un alumno en concreto.
Así,
no solo importa su desempeño en un examen concreto, sino otros elementos como
si se ha producido mejora o no, su contexto socioeconómico, los materiales
utilizados en la enseñanza y su efectividad, y la motivación y el esfuerzo
individual de cada uno de los estudiantes.
Desarrolla la
reflexión y la autocrítica
Debido
a que los alumnos saben en todo momento cómo se encuentran en relación a los
objetivos de aprendizaje, y en qué fallan exactamente, es mucho más probable
que reflexionan activamente sobre el trabajo que están realizando día a día.
Así,
en lugar de sentirnos intimidados por el contexto educativo, iremos adquiriendo
poco a poco la capacidad de autocriticarse proporcionando información constante
de nuestra labor con el fin de mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje y conseguir
buenos resultados.
En conclusión, cualquiera sea la perspectiva desde la que se trate la
evaluación formativa se puede decir que su presencia en el proceso de enseñanza
– aprendizaje es de vital importancia para el seguimiento y control del éxito
de la formación académica. No sólo constituye un instrumento de feedback para
docentes y alumnos, sino también es de utilidad para la estrategia de los
centros educativos. El mejor nivel de desempeño académico de sus alumnos, sus
planes de estudio actualizados, la excelencia del cuerpo docente y su
participación en la mejora continua son los que lo posicionan en un elevado
nivel de prestigio en la comunidad en la que se desenvuelven. Esto les permite
destacarse a nivel local e internacional, proveer al mercado laboral de
egresados destacados, contribuir al desarrollo de la comunidad y a su formación
a través de la participación en foros y charlas de interés.
Por otra parte, es importante la continuidad en la recolección de los
datos, su investigación, análisis y elaboración de los informes que
correspondan a fin de tomar las medidas correctivas y la mejora en la capacidad
de adaptación a los cambios que presenta el entorno, pues nos permite centrar
la atención en el individuo poniendo en evidencia dónde se han suscitado sus errores,
así mismo nos marca la trayectoria de aprendizaje desde el inicio hasta la
conclusión de todo el proceso de enseñanza – aprendizaje, respetando un procedimiento y una continuidad
que facilita el permanente rediseño y adaptación a los cambios que se susciten,
promoviendo entre los agentes de la educación la mejora continua de los procesos y sus
resultados a través del diálogo entre los actores, ofreciendo de forma clara
las destrezas que se evaluarán, las consignas, y los instrumentos. Es
importante además el uso de la simulación de eventos reales ya que nos permite
trasladar lo que se aprende en el aula a la vida diaria contrastando la teoría con
la realidad sin dejar de lado la presencia de componentes informales que se
incorporan en el día a día, en la interacción docente - alumno que se realiza
en las aulas.
Hemos mencionado cinco roles que los docentes debemos cumplir actualmente
frente al contexto que venimos experimentando para lograr una eficiente evaluación
formativa, cada uno de ellos descritos de forma sucinta para su fácil
comprensión. Si bien es cierto que cada uno de los sujetos involucrados en la
evaluación formativa debe cumplir un determinado rol, nuestra experiencia en el
campo educativo nos reafirma que el nuestro debemos asumirlo con
responsabilidad y ética para asegurar su eficacia.
Así mismo cabe agregar que para Anijovich y González (2011), las
cualidades relevantes de la evaluación formativa son: la continuidad en el
proceso de mejora de los aprendizajes de los alumnos y la creciente
probabilidad de que todos ellos aprendan. Si nuestra intención es efectuar esta
clase de evaluación en el aula, debemos de tener presente las características
nombradas como guía de nuestro proceder. Estas características nos indican que
se debe dar un soporte permanente al alumno para acrecentar sus capacidades y
habilidades. Monereo y otros (1997) coinciden que el aprendizaje es la facultad
que le permite al estudiante tomar decisiones que le conduzcan a regular su
propio aprendizaje en función de una determinada meta y de un contexto o
condiciones específicas de aprendizaje, así mismo Dylan
William ,2009 corrobora que la práctica de una clase es formativa en la medida
en que la evidencia de cada estudiante permite al docente tomar decisiones
acerca de sus próximos pasos en el aprendizaje con la probabilidad de ir mejorando y que las decisiones que se hubieran
tomado en la ausencia de las mismas no hubiese sido del todo acertadas .
Así
mismo, podemos reafirmar que el fomentar en ellos la autoevaluación, se
contribuye a formar el pensamiento crítico, que les será de gran utilidad en su
porvenir académico y profesional.
Es fundamental proseguir investigando e ir adentrándonos hasta regular
la aplicación de la evaluación formativa, como una característica inherente del
proceso educativo puesto que, nos ofrece la oportunidad de realizar los ajustes
y las adaptaciones pertinentes, que nos encamina a lograr nuestros objetivos
propuestos.
REFERENCIAS
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formativa. Madrid: Editorial Narcea; 2018.
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3. Esteve
V, Mogas J. El sistema de evaluación 360o para aprender a evaluar: estudio de
caso en Educación Superior. En: Roig-Vila R, editor. Investigación e innovación
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Talanquer V. La importancia de la evaluación formativa. Educ Quim. 2015
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6.
Anijovich R. Gestionar una escuela con las aulas heterogéneas. Barcelona:
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7. Muñoz
Suárez D, Galindo Ramírez V, Martínez Y La evaluación formativa en álgebra a
través de los medios formales, semiformes y no formales: el caso de expresiones
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9.- “Evaluación formativa” en: Educando. Recuperado
en: 06 junio 2018 de Educando: educando.edu.do.
10.- “Diferencias entre Evaluación Formativa y
Sumativa” en: The Flipped Classroom. Recuperado
en: 06 junio 2018 de The Flipped Classroom: theflippedclassroom.es.
11.- “Evaluación formativa” en: Educar Chile. Recuperado
en: 06 junio 2018 de Educar Chile: educarchile.cl
12.-
características principales de la evaluación formativa” en: Scribd. Recuperado
en: 06 junio 2018 de Scribd: es.scribd.com.
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